sábado, 2 de julio de 2011

(:

Mi vida es como un tablero de ajedrez; cada movimiento es un destino y cada paso un camino. Un movimiento mal dado hace que pierdas todo lo logrado. Piezas que se mueven diferente, el que crees mejor, el que crees peor, en una de ellas te la juegas y a veces pierdes. La vida está llena de retos, rocas y muros que poco a poco tienes que aprender a superar, alcanzar y no rendirte nunca. Una vida llena de personas con las que te vas a tropezar y otras que te van a ayudar a levantarte. Una vida llena de llantos, de dolor, de lágrimas, de alegría y de esos que te hacen seguir adelante con una sonrisa.
La vida puede durar dos días, diecinueve meses o noventa años, por eso hay que saber disfrutar de cada gesto, de cada logro, como si fuera el último. Como dice Calderón de la Barca: “La vida es una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño, que toda la vida es un sueño y los sueños, sueños son.” Sueños que duran toda tu vida, sueños que deseas alcanzar con toda tu alma, cuando entiendas de verdad que vives por tus sueños, sabrás vivir. Para mí, la vida es cumplir o intentar alcanzar esos sueños, hacerlos realidad, sentir cada instante como una experiencia, recuerdos, risas, lágrimas, amar con locura, sentirme querida, gritar, correr, saltar, tropezar, cometer errores, odiar por momentos, estar con esa persona a la que tanto quieres, sentir una caricia, coger de la mano, abrazar con fuerza, demostrar tu cariño, no olvidar nada porque forma parte de tu historia, recordar a esas personas que te hicieron sonreír en cada momento.
Alcanzar esa cima que te propusiste, por muchas heridas, por muchos tropiezos y por mucho dolor que hayas sentido, nunca hay que rendirse, quizás es duro afrontar los problemas, pero la solución no es huir de ellos, hay que luchar por ello.


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